sábado, 9 de enero de 2010

Indirectas


¿Hay que creer en las indirectas del destino, en los mensajes que recibimos como por arte de magia y que algo nos están queriendo decir? ¿O sólo es nuestra sugestión que nos hace relacionar todo con eso que nos viene dando vueltas en la cabeza?Vaya uno a saber qué son en realidad esas cosas, a veces se nos representan en sueños, a veces en cosas que leemos, en cosas que nos dicen de repente y nos sorprenden, en cosas que vemos, en objetos que aparecen.
Pero es fácil. Hay dos opciones: o seguimos caminando como si nada hubiera pasado, como si nada hubieramos visto o escuchado. O nos detenemos un segundo, observamos, pensamos, cambiamos el rumbo y actuamos.
¿Casualidad o causalidad?

Para mí, CAUSALIDAD. Y creo que los mejores cambios, avances, progresos y crecimientos se producen cuando seguimos esa pista que nos interpone el destino. Podríamos considerarlas una guiñada de ojo de la vida.

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